En el pueblo de Chorley, en Lancashire, Inglaterra nace la dama del surrealismo, los cuentos irlandeses de su nana la influenciaron para romper desde muy joven con los convencionalismos de su época.
Rescata el chamanismo, elementos de la alquimia o deidades de la mitología celta que la hacen crecer en Londres y después volar hacia Paris a los brazos de su amado “Loplop”, animal alado fabuloso entre pájaro y estrella de mar, el cual atado por lazos previos no la puede desposar, pero la ama y la bautiza como “La Novia del Viento” y la anima a seguir creyendo que los sueños son la realidad y la realidad solo un mal sueño.
¿El mundo que pinto? No sé si lo invento, yo creo que más bien es ese mundo el que me inventó a mi”.
Leonora Carrington.
El París idílico lleno de pasión y las tardes de café alrededor de la mesa de Les Deux Magots en compañía de Miró, Bretón, Picasso y “El Divino” Dalí se termina porque el mundo nazi tomaba fuerza.
El animal humano es un animal desgraciado y feroz… como los horrores cometidos por los alemanes. Cualquier discriminación es estúpida y peligrosa. Uno puede tenerle antipatía a un individuo, pero no señalar a una masa y discriminarla.
Leonora Carrington.
“Loplop” se convierte en victima de la estupidez nazi y es trasladado a un campo de concentración, lo cual desestabiliza a Leonora quien no comprende la realidad e insiste en vivir dentro de los sueños, por ello su padre la lleva a España a un manicomio del cual escapa a Lisboa y encuentra a Renato Leduc quien se casa con ella y la trae al nuevo mundo a N.Y. y después…México.
Cuando llegué a México me recibieron muy bien, y llegué agradecida porque era enemiga del grupo surrealista alemán. Mi primera casa la tuve en Mixcoac, era muy chiquita, pero la gente era amable. Recuerdo que paseaba mucho por el centro y La Merced. ¡Imagínese…! ¡Qué excitante!
Leonora Carrington.
Y así la vida siguió su curso ella ya libre sigue su obra y da vida a sus dos más grandes amores, sus hijos y declara:
Hoy vivo entre el aburrimiento y la vergüenza de pertenecer a un género animal como el ser humano. Por eso me gustaría ser un elefante, pero salvaje. Pero la tortura continúa, dentro de la poca libertad que logré.Ahora hago la lucha de vivir conmigo misma, que no es muy fácil.
La lucha continuó, las esculturas, la escritura, las conferencias, la producción de joyería y el amor a la libertad, la solidaridad con todas las mujeres.
Fue leal a sí misma, y no estaba buscando la aceptación, sino un camino para ella.
Ella quería ser salvaje, ella quería ser pájaro y lo intento hasta el día que ya no hubo más aire en sus pulmones y nos dejo sin esos mundos mágicos, alquímicos y célticos, de toques más primitivos y menos etéreos.
Se fue con la noche “La Novia del viento”.