Estas palabras del “Mensajero mundial de la paz”, hoy suenan en mi corazón,lo estrujan.lo estremecen y lo hacen llorar.
Tengo el alma repleta de tristeza, ensombrecida por la muerte, por el cobarde asesinato de un hombre argentino, mexicano, ecuatoriano, chileno, español, el hombre cuyo color de identidad era la felicidad, del poeta que escribiera: “Ama hasta convertirte en lo amado, es más, hasta convertirte en el amor”.
Lloro llena de rabia por la muerte del hombre al que todo le llego tarde, menos la muerte; habló hasta los 6 años aprendió a leer a los 14, tocó la guitarra a los 17 conoció la fama a los 33, el amor de su vida lo tuvo a los 40, el dolor más grande lo tuvo a los 46 cuando perdió a su madre de quien aprendió lecciones tan valiosas como esta:
"De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido"
Facundo Cabral.
Sigo negándome a creer que el vagabundo first class, el amigo de los ladrones y las canciones en francés nos haya dejado, mi dolor y mi egoísmo no me dejan entender lo que él decía de la muerte:
“No perdiste a nadie, el que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón”.
Facundo Cabral
Y como se supone que debamos seguir adelante? Como si a pesar de saber que millones de caricias alimentan mi vida en silencio el ruido de las balas en esta ocasión fue más fuerte y me ensordeció
“Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que le destruya hay millones de caricias que alimenta a la vida”
Porque en este mundo tú que fuiste el más desdichado, abandonado por tu padre sin aún estar en este mundo, que naciste a mitad de la calle victima de la crueldad de tu abuelo, que cruzaste el desierto entre el calor sofocante y el frío que te dejo solo con tres hermanos que si el hambre, el alcohol y los robos, que si la cárcel y la violencia.
Que la fama vino acompañada de la persecución por los militares que aborrecen la libertad y las verdades que les tiraste a la cara, que por eso el exilio te saco de tu tierra de fuego y plata.
Que la muerte te arranco a tu mujer y a tu hija, que perdiste a tu madre y enfermaste de cáncer, contra el cual luchaste casi a ciegas, tú el que pasaste por todo esto y aún me dices:
“No te quejes, recuerda que naciste desnudo, entonces ese pantalón y esa camisa que llevas, ya son ganancia. Cuida el presente, porque en él vivirás el resto de tu vida”
Yo no tengo tu fuerza para decir con convicción:
“Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos”.
Entonces tu muerte a manos de estúpidos homicidas me hace creer que ahora que hay un cantor menos habrá un soldado más, que hoy más que nunca en este mundo sin vos he de cuidarme de los pendejos, porque:
"Los pendejos son peligrosísimos porque son mayoría y escogen presidentes"
Porque los malos que alzaron sus armas contra ti nunca supieron que era mejor ser bueno…
"Si los malos supieran lo buen negocio que es ser bueno, serían buenos, aunque sólo fuera por negocio".
Como me dolerá tu ausencia ahora que ponga la mesa con flores vino y pan porque vos no estarás ya más a nuestro lado para repetirme que:
“Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileros, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman, Mäiller, Mozart, Chopin, Beethoven, Caravallo, Rembrandt, Velásquez, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas”
Pero tu voz ha de seguir diciéndome:
"Tienes un cerebro como Einstein, tienes un corazón como Jesús, tienes dos manos como la Madre Teresa, tienes una voluntad como Moisés, tienes un alma como Gandhi, tienes un espíritu como Buda. Entonces, ¡cómo puedes sentirte pobre y desdichado!"Pues sí, Facundo me siento pobre, triste y desdichada siento el corazón roto en pedazos y la angustia no me deja y me sublevo a tu destino, vos que jamás levantaste la mano contra otro, no puedo creer que lo que el cáncer no pudo hacer lo hizo el odio y esas málditas balas, a Vos que todo te llego tarde; la muerte te llego muy temprano cuando apenas contabas con 74 años.
Dejame llorarte para lavar mi dolor, deja que corran mis lágrimas para que venga la resignación, dejame imaginarte feliz en el cielo al lado de Dios, tu madre, tu esposa ,tu hija y la madre Teresa...mientras yo me ire a la playa para estar tirada siempre en la arena y todo el tiempo ver las estrellas.