martes, 21 de julio de 2020

Y la Ciudad estuvo a mis pies

Acalla mis gemidos con tus besos.
Dibuja con las manos tu deseo en mi cuerpo.
Oficiemos en medio de la tormenta y déjame saciar mi sed con tu simiente.
Y cuando llegue la calma descansaré acariciada por la suave y fresca espuma de tus sábanas blancas.
Y la ciudad está a mis pies..

1 comentario:

  1. Bello poema o micro relato... me transportaste a esa lúgubre y apasionada atmósfera.

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