Acalla mis gemidos con tus besos.
Dibuja con las manos tu deseo en mi cuerpo.
Oficiemos en medio de la tormenta y déjame saciar mi sed con tu simiente.
Y cuando llegue la calma descansaré acariciada por la suave y fresca espuma de tus sábanas blancas.
Y la ciudad está a mis pies..
Bello poema o micro relato... me transportaste a esa lúgubre y apasionada atmósfera.
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